Como amante que es de las listas y las clasificaciones, Richard Serra (San Francisco, 1939) recurre a una de ellas para referirse a su reciente Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2010: “Acepto este premio con gran honor, tributo, entusiasmo, alegría, orgullo y satisfacción”.
El actual galardón engrosa unas cifras que tienen, en su trayectoria, tanto peso como sus esculturas: a sus 71 años, es uno de los diez artistas vivos más cotizados, ha participado en más de 450 exposiciones desde 1968 y trabaja con 46 galerías en todo el mundo, entre ellas, las españolas Carreras Múgica de Bilbao y La Caja Negra de Madrid. “Mi vida profesional está empotrada en España -añade- puesto que ha sido este país el que me ha ayudado a desarrollar algunos de mis mejores proyectos, como La materia del tiempo para el Museo Guggenheim de Bilbao, uno de los más satisfactorios. Por eso es particularmente importante este premio”.
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